Como sabéis el 30 de enero se celebró el día de paz. En nuestro IES se realizaron varias actividades colectivas y, a su vez, los tutores también preparamos material para trabajar con nuestro alumnado.
El mes pasado en clase vimos la película mi nombre es Khan y analizamos conceptos como la tolerancia, la integración y los prejuicios.
Os adjunto el comentario de uno de nuestro alumnos:
El
protagonista principal es Khan, un niño con el síndrome de asperger,
diagnosticado por su cuñada. Este síndrome afecta a la capacidad de empatía,
relación y el dar cariño.
Khan
desde pequeño era un niño del que se mofaban por parecer tener cierto retraso,
pero los que lo juzgaban así estaban equivocados ya que
este tenía una capacidad intelectual muy alta.
Su
madre desde pequeño le dio lecciones para cuando muriera este pudiera valerse
por sí mismo, y una de las mejores cosas que le enseña y que más me impacto es
que todos los seres humanos somos iguales independientemente de su religión, y
que solo se pueden separar en personas que hacen el bien y personas que hacen
el mal. Su madre tras ir creciendo, y
Khan iba demandando una enseñanza másavanzada, lo llevo a un gran maestro en
todas las artes de su ciudad (Bombay), donde se formó adecuadamente por su gran
capacidad y mente fotográfica.
Khan
tenía un hermano menor, que siempre lo envidiaba, le tenía enormes celos,
discriminándolo y haciéndole a un lado. Este tras hacerse un hombre fue a vivir
a los EEUU donde triunfo social y económicamente, casándose con una psicóloga (que
es la que diagnostica la enfermedad de Khan).
Khan
por otro lado al fallecer su madre se ve obligado a ir con su hermano a los EEUU,
donde su hermano le ofrece empleo como vendedor de cosméticos en su empresa, y
es aquí donde conoce a Mandira una madre soltera hindú, con la cual tras un
intercambio de buenas intenciones el uno por el otro se enamoran y terminan por casarse.
Todo
les va fenomenal hasta el atentado de las torres gemelas 11-S, donde sus vidas
dan un giro de 360º, la peluquería de Mandira va al fracaso, matan al hijo de
Mandira por xenofobia hacia la raza musulmana, donde Khan y Mandira terminan
por separarse.
Y el
mensaje que Mandira le da a Khan como condición para arreglar la relación es
que le diga al Presidente de EEUU, “Mi nombre es Khan y no soy un terrorista”,
mensaje que tras ser encarcelado al final llego a oídos del presidente, y
volvieron a juntarse estos enamorados.
Pues
bien tras este breve comentario o relato sobre la película, cabe destacar, la
enseñanza que nos deja. Y es que como podemos juzgar a todas las personas por
igual por un mal acto de unos pocos.
En
la película esto lo aplican a la raza musulmana, que tras los atentados 11-S,
la raza musulmana esta terriblemente vigilada en las entradas ha dicho estado.
Y esto no debería de ser así, porque no todas las personas hacen el mal.
Esto
también lo podemos aplicar a otros ámbitos como la política, donde por actos de
corrupción de unos pocos ya se meten en el saco a todos los políticos.
La
frase que nunca debemos olvidar es que, En el mundo solo existen personas buenas
o personas malas, sin distinción de razas, religión, cultura, y costumbres.
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